Aquí respiras vida y belleza en cada una de sus esquinas...Es algo que se mezcla en el ambiente de una de las urbes cosmopolitas por experiencia. Desde las primeras imágenes, su olor, sus colores, te sientes atrapado y comienzas a vivir aquel sueño que tantas ocasiones ha florecido en tu mente.
Como comprenderéis no puedo ser objetivo, ni tan siquiera intentarlo, y quizás lo consideréis un tanto exagerado, pero también os puedo decir que deberíais hacer caso de este pobre soñador y dar por buenas estas recomendaciones...Sidney merece mucho la pena.
Australia en sí es un país diferente, incluso dentro de él mismo...Es diferente su centro, de su sur, de su norte, de su este....Todos ellos lugares distintos y con una extrema belleza que no puede ser comparada con nada más.
Por suerte...a veces por desgracia, he tenido que viajar demasiado por los mares de este mundo y por fin he llegado al puerto en el que siempre me hubiera gustado amarrar el barco de mis pensamientos. Lástima que no pueda estar aquí con mi familia y amigos, compartiendo momentos, paseando o simplemente sentado en los innumerables y deliciosamente cuidados parques.
Cualquier idea es buena, si decides y puedes hacerla realidad en Sidney.
Ven, pasa y disfruta.
Nota que puedes leer a la entrada del Domain, zona verde cercana a la Ópera y al Hyde Park: "Este parque es tuyo, por favor, pasa y pisa la hierba...abraza los árboles y disfruta de lo que la naturaleza ha puesto en tus manos...(...)". Saben lo que tienen y lo valoran. Aprendamos.
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