No hizo falta que sonara el despertador...Estaba previsto que lo hicieran, pues siempre pongo más de uno, a eso de las 4:54, pero antes de las 4:30 ya estaba levantándome para desayunar...Comenzaba un día extraño, diferente, distinto...entre otras cosas no había sonado Animals de Muse, que es mi tono de alarma habitual, madrugaba sin problemas y tenía por delante todo un viaje por vía aérea hasta Abu Dhabi.
Tuve tiempo para visitar a mi sobrino que dormía plácidamente en mi cama para quedarme con una bonita imagen que llevarme conmigo.
Meeting point para coger el autobús en Ferrol que nos llevaría a la nueva Terminal del Aeropuerto de Santiago, de cuyo nombre no quiero acordarme, más que nada con el fin de evitar chistes fáciles...
Después de lo normal que se hace en estos casos al ir a coger un avión, llegó el momento de subir al mismo. Y ahí estaba, gris y con el canguro. Un buen comienzo, no creéis. Seguro que le hubiera gustado a Luis.
Mucha amabilidad en el recibimiento y a disfrutar del vuelo en un aeroplano de la RAN (Royal Australian Navy), fabricado en España y que, sorprendentemente, era bastante cómodo.
El viaje bastante tranquilo, amenizado con algo de lectura, unas pizcas de música y visita primeriza a una cabina, desde la cual pude disfrutar de primera mano del cauce del Nilo y de las inmensas extensiones de desierto de Egipto. Lástima de tráfico aéreo que nos obligó a desviarnos y no pudimos sobrevolar y disfrutar de las pirámides...
En breve a descansar en el estupendo hotel que nos aguarda y a continuar mañana con la segunda y definitiva etapa de este viaje de incorporación a la "misión".
Seguiré escuchando un poco el Radiation de Marillion, ya sabes que me hace pensar en ti.
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